miércoles, 14 de noviembre de 2007

Mi juez y mi verdugo


¿dónde estás? ¿qué buscas en mi?
Aquí no lo vas a encontrar
¿perfección?
¿Y que es para ti la perfección?
¿quieres que sea alguien especial?
Ya soy única en el mundo, ¿no te parece eso especial?
¿qué más quieres mi juez?
No esperes que te siga alimentando, ya no.
sí, aún estás ahí y con frecuencia...
Pero cada día te veo venir más pronto y te cierro la puerta. te equivocas, no me haces más fuerte y más querida.
A mi lado tengo a quienes me quieren con errores también.
empiezo a ver tu debilidad, tus engaños, tus mentiras, ¿y?
Estoy buscando otras verdades que me permiten crecer más.
que no, tu palabrería no me convence y menos tu rapidez
Brindo por la objetividad y la luz que me permiten ver quien soy
¿qué no me voy a librar tan fácilmente de ti?
Es sólo cuestión de confianza y ya está en mi, sembrada...sólo queda que crezca y se haga grande, entonces tú te harás pequeño y no seguirás torturándome. Me voy a hacer grande.

3 comentarios:

Berenice dijo...

tu ya eres grande

da igual como sea el resto,

sea quien sea

Anónimo dijo...

Curioso...nosotros mismos somos nuestros peores jueces, porqué alimentamos esa mala costumbre de exigirnos lo que no le pedimos a los demás, porqué tanto mandato negativo??. No sabes lo que me alegra saber que algo en tí se hace pequeño para dejar paso a la gran Esther
Raquel

Anónimo dijo...

Para el "hada roja", cuya luz interior comienza a hacerse grande………………sigue siendo única como siempre lo has sido……llena de magia

Hace mucho tiempo leí esto en algún sitio y se me quedo grabado para siempre:

En cada vida, en cada ser, en cada corazón, siempre hay un secreto guardado... es en nuestro invaluable cofre mágico, donde depositamos nuestro tesoro más preciado... Mantengamos la llave escondida en nuestro interior, para que ese sueño que habita siempre en nosotros, se transforme en nuestro mejor aliado y no, en nuestro más temible verdugo... Soñar cada día... nos mantiene vivos... ocultar nuestros sentimientos más íntimos nos ayuda a crecer en nuestras emociones internas porque vivimos con la esperanza de que algún día, ese sueño, pueda convertirse en una realidad... Pero mientras llega ese día tan esperado, permítele a tu alma volar y nutrirse de su propia esencia, disfruta de ese lugar preparado especialmente para ti, donde las expresiones van más allá de ser secretas.

En su día Esther te pedí que recordaras esto:

Las hadas no lloran, pero cada lagrima te hará resurgir como un ave fénix en un cielo estrellado y brillaras como nunca lo has hecho...... antes de lo que imaginas.

Animo Esther !!!!!!!!!!!!!

Vuelves a brillar y me alegro mucho cielo, mucho………

Namárië!
Manu