miércoles, 4 de julio de 2007

reir (se)...de ti, de mi..

Negarse a la tristeza continua, negarse a la queja diaria, al llanto perpetuo, al aislamiento y a las masas, a la culpa y la incertidumbre, a pensar que esto es para siempre. Identificarse con el optimismo, con los días a medias pero con una sonrisa en la boca, con los bailes con desconocidos y paseos sin manos, con las danzas personales y la búsqueda interior, también con la exterior.

Me encantan los cumpleaños llenos de gente y las fiestas con desconocidos, los lugares donde pasar desapercibida, las lunas llenas, las instrumentales, la natillas de chocolate y los besos en la calle.

Pero lo que adoro es ver reír a la gente, con amigos, en compañía y solos en un bar, en la parada del autobús, caminando acompañados de pensamientos, cuando recuerdan algo bonito, cuando recientemente se despidieron de un amigo, cuando colgaron el teléfono o les piropearon desde un coche. Es genial ver reír a la gente y sonreírse por algo, lo que sea. Lo que te hace sonreír suele ser bueno.

1 comentario:

Berenice dijo...

Rie como si no hubieras llorado nunca, como si fuera la vida en ello. Rie con los ojos, con la boca y con el alma. Siente como te invade.. porque no siempre la risa es producto de la felicidad, sino al contrario.