Simplemente estar, y no es poco

Que las manos me permitan contar lo que mi corazón quiere decir, que no me frenen los miedos, los nervios y las lágrimas que impiden ver lo que escribo. En el agujero no se está solo, está uno, y se siente así pero descubre que alrededor hay mucha gente que merece la pena y que me acompaña en esta mi soledad, mi sentimiento y mi no saber donde ir. Supongo que será un momento de parar, de mirar hacia donde camino y decidir qué sendero escoger. Ahora ni siquiera soy capaz de eso, demasiadas dudas, demasiada incertidumbre y una presencia que me recuerda que mi pecho no para de sentir. Quiero ver la luz, una lucecita pequeña...que me guíe un poco. Está ahí, sólo me queda levantarme una mañana y sentirla de verdad. Gracias al dolor te encuentras con la vida también, con el amor verdadero e incondicional. El amor de un padre y de una madre que te dieron la vida y trataron de hacerla lo más fácil y bonita tan solo para ti, para que tú estes bien. Pero me he hecho mayor...una putada y un placer, y la vida no siempre es fácil ni bonita, pero tratando de vivirla lo mejor que se puede te encuentras cara a cara con ella. A veces escuece y otras endulza. Buscando el azúcar estoy y también disfrutando, viviendo y respirando lo que ahora toca. Gracias por los reencuentros, a los que estáis y los que no, todos me hacéis mejor persona.